domingo, 30 de noviembre de 2008

Velázquez



Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, pintor barroco español, nació en Sevilla en 1599, muere en Madrid el 6 de agosto de 1660, a la edad de 61 años.

En estos momentos Sevilla era la más populosa, rica y habitada. Hacia 1609 entra en el taller de Francisco Herrera "el viejo", pintor dotado de exquisito gusto y talento, pero no hubo mucha sintonía entre ellos. A los once años inicia su aprendizaje en el taller de Francisco Pacheco en 1610, contrato de 4 años que se prolonga a 6. Incluía vestido y comida y solo se dedicaban a pintar.
Pacheco le relacionaba con ambientes muy intelectuales de la sociedad andaluza y Velázquez se empapó de esa cultura. A los 19 años se independiza y abre su propio taller, a los 20 se casa con Juana Pacheco y tiene dos hijas. Habitualmente utiliza a su familia como modelos.
En esa época la temática es religiosa, naturaleza muerta y la monarquía.
Dada su precocidad y buen hacer viajará a Madrid.
En 1621 muere Felipe III y le sucede su hijo Felipe I V, surgiendo como principal figura real el Conde-Duque de Olivares, don Gaspar de Guzmán. Éste, oriundo de Andalucía, abogó por que la corte estuviera integrada mayoritariamente por andaluces. Considerando Diego de Velázquez que ésta podría ser una oportunidad idónea para conseguir un puesto de pintor en la corte real madrileña, viajó a Madrid, de donde, tras una primera tentativa, regresó con las manos vacías. En este viaje conoció a Luis de Góngora, de quien haría el retrato años más tarde.
En ese primer viaje consigue retratar al capellán de la corte y a Góngora, controvertido personaje en ese momento.
Felipe IV admira el retrato y hace llamar a Velázquez en 1623 para que le pinte un retrato. Quedan tan fascinado con el resultado que le nombra pintor de cámara. Por ello se trasladará con toda su familia a Madrid donde vivirá como un gran personaje.
Los cuadros los utiliza como instrumento político (para difundir su imagen). Así Velázquez tiene acceso a palacio y puede conocer la obra de otros pintores colgadas en las estancias reales.
Va desapareciendo la tendencia religiosa para dedicarse solo a la familia real.

Se va a Italia para conocer a otros artistas en 1629. Recorre diferentes ciudades conociendo las obras del Renacimiento italiano. Su pincelada comienza a ser más suelta, menos empastada.
En 1630 llega a Roma donde permanece un año bajo la protección de los Berberini. Allí descubre la pintura de Rafael y la Capilla Sixtina de Miguel Ángel. Esto hace que cambie su manera de crear.

En 1931 regresa a Madrid, done quiere recobrar la confianza del monarca. Es entonces cuando pinta al hijo del rey Baltasar Carlos cuadro que fascina a Felipe IV.

Por iniciativa del Conde Duque de Olivares se construye el Palacio del Buen Retiro. Se traen pigmentos de mayor calidad procedentes de Italia.
Se construye sobre una antigua pajarería donde Olivares pasaba su ocio. Sirvió para resaltar a la monarquía en retratos ecuestres, reyes y sus mujeres, etc.
Para el salón de reinos le encargan que pinte una serie de cuadros con escenas de batallas, para el que se crea La Rendición de Breda o Las lanzas.
Junto al palacio se construye una torre-parada.
Para tanto volumen de encargos necesita numerosos ayudantes especialistas; es por ello que hay duda de algunas autorías.

En noviembre de 1648 se vuelve a Italia por expreso deseo del rey, donde su misión era adquirir obras de arte para el palacio del Retiro.
Pasó dos años y medio que aprovechó para efigiar el retrato del papa Inocencio X.

Mientras tanto en España se debilita el gobierno del Conde-duque y comienzan los problemas económicos.
Regresa en 1651 con las obras adquiridas y entonces es cuando comienza su principal obra "Las meninas".
Muere en en 1960 y cae en el olvido hasta que en el siglo XIX los impresionistas recalan en él y lo ponen de moda hasta nuestros días.


OBRAS:

El Almuerzo - 1617: modelos al natural, personaje barbado, joven y maduro representando las tres edades del hombre. Composición semicircular. Fondo neutro, iluminación que incide sobre el protagonista.

Vieja friendo huevos: Se cree que la modelo es su suegra (modelos del natural). Adquiere un matiz fotográfico. Cuencos metálicos, de cristal, sombra del cuchillo, el mimbre de la bolsa. Fondo neutro. Las manos muy trabajadas. Iluminación sobre los personajes. Paleta oscura, etapa sevillana.

Adoración de los Reyes Magos: (Epifanía) Utiliza a su mujer e hijo como modelos. Fondo de paisaje crepuscular.

Cristo en casa de Marta y María: Cuadro dentro del cuadro, dilatando el espacio. Crea un bodegón. Rostros naturalistas, paleta austera.

El aguador de Sevilla: Ropas ajadas, escorzo de la mano, tratamiento del cristal. Las tres edades del hombre sin idealizar.

Imposición de la casulla de San Idelfonso: Tema religioso, colores del Greco, microcefalia, manierismo.
El Geógrafo: Se inspira en Rivera.

Felipe IV: Arrepentimientos del autor.
Los Borrachos o El triunfo de Baco: 1628. Vulgariza el mito de Baco coronando a un mendigo que muestra los dientes en posición jocosa. Recuerda al Baco de Caravaggio y la intención de Ribera. Cuenco cristalino y jarra de vino a los pies.
Es una adaptación mundana de la mitología; Velázquez rodea al joven Baco con "vulgares" campesinos. Son evidentes las influencias de las escuelas de Tiziano y de Rubens en el tratamiento del fondo y del cuerpo humano respectivamente.Es de resaltar el contraste de los desnudos en una misma composición, uno regordete y pálido y el otro curtido y musculoso.
La túnica de José: Suelo ajedrezado, con perspectiva. Bastón en diagonal. Paisaje iluminado en el fondo.

La fragua de Vulcano: Crea una atmósfera en tonos venecianos. Aureola en la figura de Apolo. Anatomía hercúlea, muy desarrollada. Previo ensayo a la atmósfera etérea de Las Meninas.
Pintado: 1630.TAMAÑO ORIGINAL: 223 X 290 cm.
Durante su estancia en Madrid, Velázquez admiró y adquirió las técnicas de Tiziano y Rubens, luego, en Italia, estudió los trabajos de Rafael y Miguel Ángel. La Fragua de Vulcano muestra el primer escalón de su madurez pictórica, influenciada por estos grandes maestros, sus pinturas comienzas a ser más profundas, ricas y más luminosas. Las figuras con cuerpos más pulidos. Sin embargo todavía pinta escenas mitológicas reflejadas en la vida diaria, de características alegres y con una representación simple de las actividades humanas.
Cristo en la Cruz: 1931. Es un Cristo triunfante, pies apoyados, rodillas junto a la cruz sobre un supedáneo. Crun en forma de tau (T). Cuatro clavos (según consta en libro de Pacheco). Titulus sobre la cabeza: INRI Iesus Nazarenus Rex Iodeorum.
"El Cristo Crucificado" de Velázquez, refleja un dramatismo sereno, reforzado por un intenso fondo negro que contrasta con el cuerpo musculoso iluminado de Cristo.La madera de la cruz que absorve la sangre, incrementa el drama de la muerte. La tradición popular dice que Velázquez no podía copiar la expresión del lado derecho de la faz de Cristo y por lo tanto optó por cubrir el lado izquierdo con la cabellera.

Tentación de Sto Tomás: En el fondo de pinta una ventana para dilatar el espacio. Influencias italianas en los trajes.
Isabel de Borbón
Pablo de Valladolid: 1632. Bufón de corte que inspiró a impresionistas franceses (el Pífano de Manet)

El bufón llamado Juan de Austria
El Conde-Duque de Olivares: 1634. Caballo en corbeta marcando una diagonal. La figura mira al espectador. Al fondo la sierra de Guadarrama.
Felipe IV cazador
Las Lanzas o Rendición de Breda: el único cuadro histórico que se le conoce. Plasma la toma de la ciudad holandesa de Breda en la guerra de los 30 años. Pensado para ubicarlo en el palacio del buen Retiro. Destaca la camisa blanca nacarada similares a las de Van Dyck.
San Antonio de Abad y el ermitaño.
Conde-Duque de Olivares: 1635. Rostro abufonado que demuestra la decadencia del poderío del duque. Ilumina la cara.

El príncipe Baltasar Carlos: 1635. Niño de cinco años sobre caballo en corbeta, en la sierra de Guadarrama.
Juan Martínez Montañés
El bufón Juan Calabazas
Menipo
Coronación de la Virgen
Francisco Lezcano
El bufón Sebastián Mora
Venus del espejo: 1650. Diosa del Amor, mirándose a un espejo que sujeta un cupido alado
Inocencio X. Aquí recuerda a Rafael.







Las Meninas


Es el retrato del a familia de Felipe IV. En el centro la infanta Margarita.
Lo más interesante es como capta la atmósfera aérea.
Felipe IV y Mariana de Austria, padres de la primogénita Margarita a sus cinco años.
Isabel de Velasco a la derecha, a la izquierda Mª Agustina Sarmiento con un vaso de agua.
Mari Bárbola bufona de la infante y Nicolasito Pertusato jugando con un perro mastín.
Al fondo a la derecha Marcela de Ulloa, traje de viuda (similar al de monja) junto a Diego Ruiz de Arcona, ayudante.
José de Velázquez al fondo en una puerta, no sabemos si entra o sale a la escena. Con la puerta dilata el espacio.
En el espejo Felipe IV y Mariana de Austria.
Dos cuadros sobre la puerta que esconden alusiones de la obedinecia a la realeza.

Pintado alrededor 1656-57. Infanta Margarita, la pieza central de "Las Meninas" de Velázquez. Nunca una pintura de un individuo de la realeza ha sido rodeado de tanta actividad y objetos.Toda la atención está dirigida hacia la Infanta mientras busca a sus padres, el rey y la reina de España que están posando para el pintor.

TAMAÑO ORIGINAL: 318 X 276 cm.
Este cuadro está considerado como una de las más grandes obras de la historia del arte, uno de sus secretos es el hacer algo relevante de una escena cotidiana. Velázquez, que fué llamado el pintor del "aire", refleja en él su propia jornada de trabajo: en el espejo de la pared trasera se reflejan el rey y la reina que es el tema de la pintura sobre la que está trabajando, la princesa mirando a sus padres, rodeada de sus ayudantes y al perro de la familia.Aparecen en el cuadro el rey Felipe IV y la reina Mariana de Austria (reflejados en el espejo), La Infanta Margarita (en el centro) rodeada de Isabel Velasco y Agustina Sarmiento (las meninas), en la parte derecha del cuadro los enanos María Bárbola y Nicolás Pertusato, este último entreteniendose con el mastín situado a sus pies. Detrás de ellos están Marcela de Ulloa y un personaje no identificado. Al fondo, justo el el punto de perspectiva de la composición, aparece el aposentador de la Reina, el caballero Don José Nieto debajo del quicio de la puerta. Por último, casi en penumbra aparece el pintor trás de su lienzo.

Las Hilanderas



Aracné reta a Aranea a ver quien es capaz de ilar el tapiz más hermoso.
En el cuadro de fondo se relata el rapto de Europa por Zeus.
Estética parcitipativa. Rueca en movimiento.
Pintado sobre 1644-48 "Las Hilanderas" o "La Fábula de Aracne". Es una obra de sus últimos años, que representa la fábula de Aracne. La composición de las hilanderas consiste, como las obras posteriores, en situar el tema principal (mitológico) en el fondo (la Fábula de Aracne), como si fuese un complemento del tema frontal de la pintura (las hilanderas trabajando).Velázquez sintetiza este trabajo con un extraorinario conocimiento de las posibilidades pictóricas y del sublime conocimiento del espacio y de la perspectiva.La obra fue ampliada posteriormente con añadidos no realizados por Velázquez, en su parte superior, derecha e izquierda.

No hay comentarios: